El Santo Padre ha nombrado Obispo de Rafaela (Argentina) a monseñor Pedro Javier Torres, hasta ahora Obispo titular de Castillo de Numidia y Auxiliar de la Archidiócesis de Córdoba. La decisión del Pontífice tiene lugar tras haber aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Rafaela presentada por monseñor Luis Alberto Fernández por motivos de edad.
Un interlocutor para el ecumenismo y el diálogo interreligioso
El séptimo obispo de la Diócesis de Rafaela, monseñor Torres, nació el 31 de diciembre de 1960 en Córdoba. Tras estudiar Filosofía y Teología en el Seminario Mayor N.S. de Loreto, en Córdoba, se licenció en Teología Moral en la Academia Alfonsiana de Roma. Fue ordenado sacerdote el 6 de diciembre de 1984.
Desde entonces, ha desempeñado los siguientes cargos: Profesor, Formador y Rector en el Seminario Mayor Nuestra Señora de Loreto; Vicario Parroquial de San Juan Bosco; Párroco de La Resurrección del Señor y Nuestra Señora de Pompeya, de Nuestra Señora de Luján y San Fermín, de María Madre del Redentor y los Santos Juan y Pablo y de Nuestra Señora del Valle.
Además se ha sido miembro del Comité Interreligioso para la Paz; miembro del Colegio de Consultores; portavoz diocesano en los medios de comunicación sobre Bioética, Ecumenismo y Diálogo Interreligioso. El 16 de noviembre de 2013 fue nombrado obispo titular de Castillo de Numidia y obispo auxiliar de la archidiócesis de Córdoba. Recibió la ordenación episcopal el 27 de diciembre de 2013.
Actualmente es presidente de la Comisión Episcopal para el Ecumenismo, las Relaciones con el Judaísmo y otras Religiones. Además, es miembro del Consejo de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Argentina.