“El tiempo se agota”, reiteró el Papa en el Encuentro “Fe y Ciencia: hacia la COP26”, celebrado hoy en el Aula de la Bendición de Vaticano, que reunió a religiosos y científicos de todo el mundo.
El Santo Padre participó esta mañana en el Encuentro “Fe y Ciencia: hacia la COP26”, organizado por las embajadas de Gran Bretaña e Italia ante la Santa Sede, que se celebró en el Vaticano, en el Aula de la Bendición, y que reunió a religiosos y científicos de todo el mundo.
Durante la reunión se firmó un llamado -firmado por casi 40 líderes religiosos y una decena de científicos- a los participantes en la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático-COP26, que tendrá lugar en Glasgow, Escocia, del 31 de octubre al 12 de noviembre de 2021, y que el papa Francisco entregó en manos de Alok Kumar Sharma, presidente de la COP26 y de Luigi Di Maio, ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de Italia.
En su discurso, el Santo Padre afirmó que la cumbre de Glasgow sobre el clima “está llamada, urgentemente, a ofrecer respuestas eficaces a la crisis ecológica sin precedentes y a la crisis de valores que vivimos, y así ofrecer una esperanza concreta a las generaciones futuras”.
Francisco reclamó dos planes de actuación para afrontar este desafío del cambio climático, como son “ejemplo y acción” y por otro lado “educación”, ya que como manifestó, “la Humanidad nunca tuvo tantos medios para lograr este objetivo como los tiene hoy”.
Asimismo, el pontífice reclamó respeto mutuo entre la fe y la ciencia para entablar un diálogo entre ellas “orientado al cuidado de la naturaleza, la defensa de los pobres, y la construcción de una red de respeto y fraternidad”.
Las cinco principales reivindicaciones
En el documento los firmantes piden que el mundo llegue a cero emisiones netas de carbono lo antes posible para limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales.
También instan a las naciones más ricas y con mayores responsabilidades a que tomen la iniciativa intensificando su acción climática en casa y apoyando financieramente a los países vulnerables para que se adapten y hagan frente al cambio climático.
Además, piden a los gobiernos aumentar su ambición y la cooperación internacional en la transición hacia la energía limpia y las prácticas sostenibles de uso de la tierra, los sistemas alimentarios ecológicamente racionales y la financiación responsable.
Los líderes religiosos se comprometieron en impulsar acciones con el fin de influir y educar en los miembros de sus tradiciones y participando activamente en el debate público sobre cuestiones medioambientales.
Los firmantes subrayan que “el tiempo se agota”, por lo que imploran a la comunidad internacional “que actúe rápidamente, porque las generaciones futuras nunca nos perdonarán si perdemos la oportunidad de proteger nuestro hogar común”. “Hemos heredado un jardín: no debemos dejar un desierto a nuestros hijos”, concluyen.+
Fuente: AICA