Delegados diocesanos de áreas pastorales y responsables nacionales de movimientos participaron el viernes 18 de junio de la segunda reunión del Equipo de Animación para la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe.

El encuentro, en modalidad virtual a raíz de la pandemia, tuvo el propósito de alimentar el proceso de escucha, en comunión con toda la Iglesia que peregrina en la Argentina, caminando juntos hacia la Asamblea Eclesial propuesta por el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) a iniciativa del papa Francisco.

El encuentro, moderado por Mercedes Isola, se inició con las palabras de bienvenida de monseñor Enrique Eguía Seguí, obispo auxiliar de Buenos Aires, quien manifestó que “días después de la reunión anterior –el 18 de mayo–, el papa Francisco convocó al Sínodo de Obispos 2023 con el lema ‘Por una Iglesia Sinodal, comunión, participación y misión’”.

“Con esta premisa Francisco expresa que el camino que Dios espera para la Iglesia en este tercer milenio es el de la sinodalidad. Este Sínodo 2023 comienza en octubre de este año y alienta el avanzar en procesos sinodales en cada Iglesia particular. Con este Espíritu se desarrolla esta segunda reunión del Equipo de Animación”.

Posteriormente, Daniel Martini, miembro del Departamento de Laicos de la Conferencia Episcopal Argentina (Deplai CEA), compartió las diversas posibilidades de participación, mencionando los documentos elaborados por el Celam, presentados a través de su página web institucional. El dirigente laico explicó que el aporte por medio del sitio web puede ser comunitario o personal, y precisó que en todos los casos se busca escuchar las voces de todos y, especialmente, de los que habitualmente no participan.

Asimismo, comunicó que existen experiencias en marcha desde el Área de Mujeres del Deplai, dependiente de la CEA, al igual que el proceso de Escucha de la Economía Social y Solidaria impulsado por Cáritas y la Comisión Nacional de Justicia y Paz.

Martini detalló que hay iniciativas como la de la Comisión Episcopal de Pastoral Carcelaria y por medio de los equipos de la Acción Católica Argentina, además de otras en las diócesis del país.

Monseñor Gustavo Oscar Carrara, obispo auxiliar de Buenos Aires, compartió su experiencia desde los Hogares de Cristo juntamente con el equipo de sacerdotes de villas y barrios populares de Buenos Aires y las Comunidades Eclesiales de base. El prelado expresó que se realizó un encuentro con el objetivo de explicar el significado de esta primera Asamblea Eclesial y el llamado a escuchar a todas las personas y realidades. En este sentido, el sábado 19 de junio, de modo presencial, con los cuidados sanitarios de público conocimiento, en grupos pequeños, se desarrolló un encuentro con delegados de las villas con el propósito de animar la participación y conocimiento sobre la Asamblea Eclesial. Este espacio, aseguró, representa también un trabajo de sensibilización que incluye la explicación sobre los modos de acceder a la página web oficial de la Asamblea conociendo los servicios que allí se ofrecen. En virtud del proceso de escucha se está trabajando en diversos foros temáticos que integran las realidades no representadas. Acto seguido Pablo Vidal, miembro de la Familia Grande de los Hogares de Cristo, mencionó la apertura de este foro temático específico que integra la problemática de las adicciones.

Posteriormente se trabajó en grupos menores a través de salas propuestas para la reflexión, la escucha y el diálogo orientadas según las siguientes tres consignas: ¿Qué obstáculos encontramos para llevar adelante el proceso de escucha?; ¿Qué favorece este proceso?; ¿Qué pasos podemos dar para llevar adelante el proceso de escucha?

Finalmente, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, arzobispo de Mercedes-Luján, reflexionó sobre  la importancia de renovar la presencia de la Iglesia según lo inspirado por el Concilio Vaticano II. “América Latina siempre desarrolló caminos de renovación y sigue haciéndolo; ahora de esta manera. Todos deben sentirse animadores de este espíritu propio de la Asamblea Eclesial”, alentó, y animó a vivir el espíritu de la Asamblea, que es ser una Iglesia pueblo de Dios, familia, comunidad de comunidades, comunión,  participación y misión.+

Fuente: AICA