Los grupos de discernimiento terminaron sus trabajos este sábado, de los que surgieron 12 desafíos pastorales en el marco de la primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe.
Celam-Ciudad del Vaticano
FUENTE: VATICAN NEWS
Los trabajos realizados por los grupos de discernimiento terminaron con un documento que desglosa 12 desafíos pastorales surgidos en el marco de la primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. Se anunció que, a partir de febrero de 2022 se realizarán Asambleas Eclesiales por países –conectadas con el proceso sinodal que ha iniciado en octubre de este año– y además el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) celebrará en mayo una Asamblea extraordinaria de obispos para incorporar a su renovación estos desafíos.
Los 12 desafíos son:
- Reconocer y valorar el protagonismo de los jóvenes en la comunidad eclesial y en la sociedad como agentes de transformación.
- Acompañar a las víctimas de las injusticias sociales y eclesiales con procesos de reconocimiento y reparación.
- Impulsar la participación activa de las mujeres en los ministerios, las instancias de gobierno, de discernimiento y decisión eclesial.
- Promover y defender la dignidad de la vida y de la persona humana desde su concepción hasta la muerte natural.
- Incrementar la formación en la sinodalidad para erradicar el clericalismo.
- Promover la participación de los laicos en espacios de transformación cultural, político, social y eclesial.
- Escuchar el clamor de los pobres, excluidos y descartados.
- Reformar los itinerarios formativos de los seminarios incluyendo temáticas como ecología integral, pueblos originarios, inculturación e interculturalidad y pensamiento social de la Iglesia.
- Renovar, a la luz de la Palabra de Dios y el Vaticano II, nuestro concepto y experiencia de Iglesia Pueblo de Dios, en comunión con la riqueza de su ministerialidad, que evite el clericalismo y favorezca la conversión pastoral.
- Reafirmar y dar prioridad a una ecología integral en nuestras comunidades, a partir de los cuatro sueños de Querida Amazonía.
- Propiciar el encuentro personal con Jesucristo encarnado en la realidad del continente.
- Acompañar a los pueblos originarios y afrodescendientes en la defensa de la vida, la tierra y las culturas.