Hoy se difundieron los resultados de las evaluaciones sobre matemática y lengua
Los resultados de las pruebas Aprender no deberían ser un boletín para repartir culpas, sino para buscar consensos. Y para admitir errores como no haber aprobado en 2016 la ley de obligatoriedad de la sala de 3 años. Tuvo el voto unánime en la Cámara de Diputados de la Nación, pero jamás fue tratado en el Senado. Por aquellos días, desde el macrismo gobernante y desde el kirchnerismo opositor se deslizaba que era “muy difícil” que las provincias quisieran afrontar la inversión en infraestructura que requería esa amplitud de derechos educativos para los chicos.
Hoy, el ministro Jaime Perczyk, reflotó esa idea en el encuentro con el periodismo durante el que difundió los resultados nacionales de las pruebas Aprender. Esos chicos de 6° grado que prácticamente no saben leer un texto de corrido ni logran comprenderlo comenzaron el nivel primario en 2016. En 2023 ingresarán en el nivel secundario, del que suele desertar el 50%, especialmente en los dos primeros años por las dificultades que tiene ese cambio, además de los problemas económicos de los más desfavorecidos y necesitan ayudar en sus hogares.
No hay dudas de que invertir en educación es clave, bien lo pueden marcar los padres de alumnos de muchas escuelas bonaerenses que protestaron por la falta de infraestructura, especialmente de calefacción, en las actuales aulas de buena parte del conurbano. Pero también es clave recuperar acciones casi sin costo adicional como el dictado o la lectura en voz alta en el aula.
Hay múltiples experiencias en ambientes desfavorables, como las de los docentes que ganaron el Global Teacher Prize, una suerte de Nobel de la Educación, que muestra que el esfuerzo de cada maestro en su aula, puede descollar más que varios puntos de inversión presupuestaria, anuncios, promesas y fotos de ocasión.