Estamos llegando al fin de un año en el que la presencialidad fue constante. ¡Cuánta incertidumbre hubo en febrero 2022! Pero aquí estamos: alcanzando la meta, con aciertos y errores, también con algunos desafíos aún por cumplir. Un año muy cargado de emergencias, que nos puso en la necesidad del ejercicio de la paciencia.
Trabajamos en una de las instituciones más demandadas socialmente para ser escuchados y también para poder recibir un consejo, una palmada o un consuelo. Y así lo hicimos, sumando tiempo al tiempo. Compartimos la homilía del Padre Rossi del pasado domingo para este tiempo de adviento.